miércoles, 9 de junio de 2010

Interceptada


Hoy me abordaron. Y amablemente me paré.
Amablemente porque no todo el mundo lo hace, sólo una minoría. Cuando lo normal es pararse cuando alguien te habla, y contestar.
Pero ven sus carpetas, sus mochilas y sus camisetas, y la gente les evita.
Hoy en día el tiempo es oro, las personas van con prisa a casi todos lados o prefieren matar su tiempo muerto viendo escaparates.
Por eso, cuando me paran, me paro y contesto.
Pero esta vez me hicieron arrepentirme de haberme parado. Ya llevaba varios meses pensandome eso de unirme a una ONG, a partir de lo que pasó en Haití. Se que ha pasado ya relativamente bastante tiempo, pero me llevo planteando todo este tiempo colaborar de alguna forma. Por eso de sentirme menos culpable, porque no voy a salvar el mundo, pero mi conciencia me dice que tengo que aportar mi granito de arena.
Y aquel primer día, mientras paseaba sin rumbo exacto, alguién me interceptó. Y le escuché atentamente, tomando nota de todo y sopesando cuánto podría aportar al mes. Me dió su teléfono, y me dió las gracias por el simple hecho de pararme y prestarle diez minutos de mi tiempo. No quiero decir de que ONG se trata, pero siempre ví como mi tía hablaba bien de ellos y tras conseguir bastante información, me decanté por ella. Porque no dependen de ayudas del estado, son imparciales en todos los conflictos y no llevan una ideología política ni religiosa concreta. Miran por las personas, simplemente eso.
No pedían una cuota mínima, algo que valoré bastante, pues soy estudiante y tampoco es que me salga el dinero por las orejas, pero estoy dispuesta a sacrificar una o dos pizzas al mes, con tal de ayudar en algo. Porque me encantan las pizzas, y con el dinero de una de ellas, pueden hacer grandes cosas. Aunque sea algo minúsculo aquí creo que merece la pena allí.

LLevo pensándolo unas semanas, estoy de exámenes y no he tenido tiempo de ponerme en contacto con aquel voluntario que me dió su número de telefono.
Y entonces, el pasado viernes, volvieron a interceptarme. Iba con algo de prisa, pero me paré. Y le dije la verdad: ya había escuchado hacía algunas semanas a un compañero y me lo estaba pensando.
Comenzó a bombardearme, a hacerme sentir culpable y a lanzarme estadísticas. Quería que me hiciera socia en ese mismo momento, había personas que estaban muriendo en esos minutos porque yo no me decidía.Y me hizo describirle al compañero. Le dije que era estudiante, que tenía que pensarlo. Me siguió avasallando. Me dejó totalmente fuera de combate. Por eso y porque tengo educación, no le contesté.
No creo que fuera la mejor táctica. Nadie se para, y para alguien que se para, lo tratas como si lo conocieras de toda la vida y supieras que no mira más allá de su ombligo. E incluso piensas que te miente. Sí, se que la mayoría miente y dice que no tiene tiempo, cuando están allí por ocio. Pero no era mi caso, y me metieron en un saco que no era el mío. No lo conozco de nada pero me dolió, y me puse como una moto. Así que aún no me he inscrito, porque sigo enfadada. Tarde o temprano lo haré, porque sé que nadie tiene que pagar porque una persona no se haya dirigido a mí de la forma adecuada. Realizó una gran táctica para espantarme. Si fuera empleado de alguna empresa comercial,y usara esa táctica de ventas, a los cinco minutos estaría de patitas en la calle.
Pero, por ser voluntarios ¿son mejores personas?¿tienen derecho a faltar el respeto y creerse mejores que aquellos a los que se dirigen?

Necesitaba contarlo para no explotar. Porque me indigno. Y más aún cuando recuerdo a algún que otro conocido, que se pone de mal humor cuando salen noticias del tercer mundo en la tele, guerras y niños muriéndose de hambre, porque dice que lo ponen para hacernos sentir mal o para que un programa venda, ya que no tenemos culpa ninguna ni nada que hacer.
¿Nada que hacer? Y tan tranquilo cambia de canal cuando llaman al timbre. Es el repartidor de pizzas, asi que saca su billete de 50 euros de la cartera para pagar su familiar de 20 euros, y abre la puerta.

3 comentarios:

  1. Has dado con un mal comercial, que eso no te aparte de tu objetivo.
    Yo no soy de ong's pero mi debilidad son los señores mayores que piden dinero o comida. Los veo tan desvalidos, sin oportunidad de ganarse el pan, que siempre que puedo les doy.
    También dono ropa, calzados y comida a la parroquia.

    ResponderEliminar
  2. no son voluntarios. tienen que vender, nada más, por eso se ponen tan cansinos.
    yo pasaría de ellos

    ResponderEliminar
  3. Yo no lo creo...prefiero pensar que hay gente que dedica su tiempo a ello sin recibir un sueldo a cambio. Sería muy triste.

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails
Las imágenes que ilustran los posts están seleccionadas de internet. Deja un comentario si alguna te pertenece y tienes algún inconveniente en que sea usada para ilustrar el blog. Gracias