viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós al 2010

Si hay un adjetivo para él es...tranquilo.

Pero lo que menos esperaba es que terminara de esta manera. Un día antes de fin de año... pasó algo que deseaba, pero que no pensaba.

Me miró y me besó. Y no tengo ni idea de cómo terminará esta historia. Pero sé que continuará en el 2011.

Feliz año a todos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Dónde está la magia?


Pasear por el centro, con un café caliente entre las manos.
Sentir las luces cuando cae la noche y saborear el olor a castañas.
Comidas, reuniones, ajetreo y jaleo en casa. Me encanta la navidad.

Aunque odio las peliculas que hacen alusión a ella, no comprendo tener que reencontrarte con personas a las que no ves en todo el año porque no te apetece o esperar colas y soportar bullas en las tiendas.

¿Regalos? Tengo casi de todo. Pero suelo hacer una lista a los Reyes Magos de Oriente, como cuando tenía 6 años. Algo orientativo. Sólo algunas ideas. La magia del día consiste en no saber qué contiene el envoltorio y que los tuyos tengan un detalle.

Pero el otro día, por casualidad(mirad que no me gusta ser cotilla... pero si hablan alto en el bus, me entero sin remedio), escuché la conversación de una pareja joven. Salieron frases del tipo:

-Pero a ver, si el presupuesto son 100 euros, prefiero muchas pequeños detalles.
-Con los 100 euros me gusta la camiseta que hemos visto en X tienda, de la talla M y del color verde andalucía ( si, verde andalucía dijo, la mona).
-Bueno, voy a hablar con tu madre porque si ella te compra la cámara que es más cara, así yo completo todo lo demás que quieres.



¿Y estas frases te dicen algo? Quizás no te digan absolutamente nada... a mí, desde luego, sí que me lo dicen.
¿Dónde queda la sorpresa? Si tengo que indicar todo lo que quiero como si lo comprara yo misma y sé qué voy a recibir el día 6 de Enero exactamente, y me voy a gastar exactamente el mismo dinero que mi pareja para comprarle exactamente todo lo que ha pedido hasta llegar a 100 €...

¿Para qué ir dos veces de compra? ¿Una para que me indiquen con pelos y señales qué tengo que regalar como si fuera tonta, y otra tarde para comprar justo lo que me han indicado? ¡Ni que yo fuera una personal shopper!

Desde aquí lo reinvindico. Por favor... no perdamos la magia de ese día tan bonito. No eliminemos la ilusión. No caigamos en el simple consumismo, porque si nos ponemos así, yo me compro lo mío en rebajas y tú te compras lo tuyo cuando te apetezca.

A mi, desde que conocí el famoso secreto, me han enseñado que no hay diferencia. Sigo teniendo la misma ilusión y los mismos nervios que cuando era una cría. Nunca sé lo que me espera bajo el árbol cada 6 de Enero.



domingo, 19 de diciembre de 2010

Princesas actuales


Más tarde me puse a pensar en los cuentos de niños.
¿Y si el príncipe azul no hubiera aparecido?
¿Habría dormido Blancanieves eternamente en su urna de cristal?
¿O tarde o temprano hubiese despertado, escupido la manzana, buscado un trabajo, una buena asistencia sanitaria y un hijo del banco de esperma de su barrio?
SNY

sábado, 11 de diciembre de 2010

Finales dramáticos


Puede que sea rara. O quizás tenga un pequeño problema. O simplemente, es que me pegué los palos suficientes para no creer en los cuentos de hadas. Y la capacidad para reirme de aquellos que sí creen.
A lo mejor, constituye una falta de respeto. Puede ser una opción.
La segunda opción, compatible con la primera, es que me haya vuelto insensible.

El caso es que, mientras cientos de niñas, y no tan niñas, lloraban de pena al conocer un trágico final de una bonita pero surrealista historia de amor de una niña buena y un antihéroe, yo me reía.

Sí, me agarraba a mi amiga y hacíamos comentarios demasiados salidos de tono en las escenas más cardíacas. Pero al ver el final tan triste, sólo pude quedarme indiferente. Pensé: sí, esta es la vida real. Por fin terminan una película de forma que al salir del cine no me sienta una desgraciada porque no tengo lo que los protagonistas tienen. Porque ellos tienen lo que tenemos todos: amor, sexo, broncas, rupturas y dolor.


Y es que adoro las películas con finales tristes, reales. No quiero que sean felices y coman perdices. No quiero que me vendan al hombre de mis sueños que nunca encontraré. No quiero que me digan que la primera vez es perfecta y que haya niñas que se lo crean. Para eso ya está Disney. Para crear ideas absurdas que te llevarán a buscar una utopía el resto de tu vida.

Lo siguiente que pediría es una película en la que ganen los malos, como ocurre a veces. Más de lo que creemos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ojalá



Tengo algo dentro. Algo que me recorre de abajo a arriba una vez, y otra, y otra...

Tengo ganas, pero tengo miedo. Miedo a no conseguir de nuevo esa confianza. Miedo de no librarme del miedo y los reparos. Miedo a no volver a querer igual.

Tengo una burbuja que me impide acercarme, que me obliga a mantener distancias de seguridad. Aunque a veces deseara tener un alfiler a mano para explotarla, siempre me vuelvo cobarde.

Se merece que rompa la burbuja. Se lo merece por el simple hecho de que ha desviado su camino con el único propósito de venir a encontrarme en el mío.

Ojalá sea esa persona capaz de arrancarme el miedo y todo lo demás. Ojalá.


viernes, 3 de diciembre de 2010

Una pareja, ¿Un cerebro?


A veces esa pregunta me llega y, sinceramente, no termino de darle una respuesta.
Habrá parejas y parejas, quizás seas la excepción que confirma la regla, o quizás lo creas pero no lo seas.

Pasamos de pensar de forma independiente a pensar de forma condicionada por la otra persona. ¿Cuándo ocurre esto? ¿Cuánto tiempo podemos aguantar manteniendo nuestra independencia total en cuanto a principios y opiniones se refiere?

Veo parejas que, tras años, al final se influencian la una a la otra en mayor o menor medida. Alguien que no puede ver a mi novio, terminará por caerme mal o no tener mi confianza; y si mi pareja tiene algo en contra suyo es muy dificil no cambiar tu forma de actuar con esa persona. ¿Ningún amigo os dejó de hablar o cambió su actitud hacia vosotras por el simple hecho de que su actual pareja no os podía ni ver y os mataba con una sola mirada?


Quizás esto tenga un pase en los casos menos extremos, que los hay. Aunque son la minoría.

Otras veces me pregunto hasta qué punto los gustos de la pareja influyen en los nuestros.
Veo parejas que deciden su futuro en función de la otra persona. Quizás ese sea el caso más extremo que me he encontrado.

Mi novio estudia esto, así que he decidido que a mi también me gusta y quiero seguir el mismo camino.

O bien, conocí a mi novia en la facultad y no me separo de ella. Elegimos exactamente las mismas asignaturas y vamos a estudiar el mismo segundo ciclo en el mismo grupo, con las mismas asignaturas y elaborando los trabajos en grupo ella y yo.
Eso, evidentemente, no lo dicen con palabras. Pero sí con sus actos, que para mí, es lo que prima.

¿Cómo puede gustarte X si tu pareja es A y cambiar radicalmente si tu pareja es B y pasar a gustarte Y?

Explicarmelo porque no lo entiendo. Hasta qué punto enamorarte, es enamorarte de todo lo que esa persona hace, dice y piensa, hasta llegar a la situación de ser practicamente un clon, tener opiniones idénticas, querer pasar todo tu tiempo disponible con ella o él y desear un futuro exactamente idéntico.

Opiniones, por favor.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Quizás


Ligeramente ebria, con olor a leña diluido con perfume, con un ligero toque empolvado; ahí estaba ella. Con la nariz y los pies ligeramente fríos, y una ligera necesidad de besos y un poco de cariño. Cogió la manta de cuadros y la extendió sobre el sofá y su ligero y menudo cuerpo, mostrando sólo su carita fría, con ojos pizpiretos, llenos de ilusiones y anhelados sueños. Su cabello caía sobre el brazo del sofá, ligeramente enredado con aroma a limpio.
Notó como él ligeramente rozaba su tobillo. El contacto de sus manos le pareció suave. Pero no notó ni las más ligeras ganas de besarlo, abrazarlo o tocarlo. En los ojos de ella no se atisbaba ni el más ligero signo de deseo.

Ciertamente, y para ser sinceros, entre ellos no existía ninguna confianza más alla del qué tal o cómo te va. Algo que quizás hubiera bastado para identificar algún interés hacia él, al menos físico.
Así, entre la ausencia de confianza pero la excesiva inocencia, lo dejó avanzar entre sus piernas. Sus manos seguían deslizándose por ella, erizando su vello y relajando su cuerpo.
Al otro lado, estaba su amiga, más que eso incluso, su hermana. Estaba esa muchachita que sí sentía algo por él, a pesar de que él dedicara la mayor parte de su tiempo a pasarlo con su novia.
Él constituía una verdadera prohibición por ambas razones, pero puedo jurar que no despertaba en ella ni el más ínfimo deseo que proviene de la tentadora prohibición.
Ante esto, comenzó a abandonarse, sin querer pero queriendo, al sueño que le producía el roce de sus cálidos dedos con su piel fría.




Se despertó de golpe. De un salto. Como esas veces que estando a punto de entrar en un sueño profundo te sobresaltas y pegas un brinco. Le sorprendió una mano avanzando donde no tenía que haber llegado nunca, según ella. Sin pensar apenas ni articular palabra, por obra y arte de un acto reflejo, sus manos abandonaron su cómoda posición para propinarle un autentico guantazo. Un señor guantazo a sus manos desvergonzadas.
Abrió los ojos y comprendió que había caído dormida en el sofa. La oscuridad invadía la habitación, pero la luz al final del pasillo le permitió ver que su amiga también había caido dormida allí mismo y casi sin querer.

Su mano, asustada, ya no quiso avanzar más. No sólo eso, no. Incluso retrocedió hasta el punto de partida, sus tobillos, y allí se quedaron quietas como si estuvieran inertes.
Uno..dos...tres...cuatro..cinco minutos pasaron hasta que ella decidió levantarse y acudir a la luz que estaba aún encendida. Apartó la manta y la abandonó en el sofá, dejándola arrebujada en la esquina ahora caliente y vacía.

Entró en la habitación, cerró la puerta y echó el pestillo. Y allí estaba ella, casi dormida, esperándola. Porque hay que tener paciencia con aquellos a quienes se ama.
Apartó los edredones y las sábanas y apagó la luz. Ella la recibió con dulzura y cariño y se abandonaron la una a la otra. "Quizás debería aceptarlo. Quizás por querer esconderlo pueda estropearlo. Quizás se canse de esperarme. Quizás no tenga sentido intentar buscar un principe que al final se convierta en sapo. Quizás ya me haya enamorado de ella".

viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Esa soy yo?


Andaba en la cola de mi querido Starbucks para catar un año más los especiales de navidad. Ese Mocha con praliné me vuelve loca, lo juro.

-¿Sabes que me acordé de tí el otro día?
-Ah ¿sí?- Seguro que algo que vio le recordó a mí. A alguna de mis numerosas virtudes, porque... ¡¡¡tengo tantas!!!
-Sí, estaba jugando a un juego de Facebook. Estoy enganchadísima. Me hizo mucha gracía y me recordó a tí. Va de una chica que sólo sabe comprar, tiene un armario lleno de ropa, maquillaje y sólo vive para eso. Tienes que ir comprando y quedando con chicos. A eso es a lo único que se dedica la muñequita esta.


¿Mi cara? Un poema.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Juegos de mesa


Hay cierto juego de mesa que me da que pensar. Repetitivo, pero adictivo.
Quien juega una vez, repite. Repite y vuelve a repetir.
No olvidas nunca las reglas, es como montar en bicicleta. La mente las almacena con mucha facilidad. Pero, ¿por qué? Quizás siempre están ahí, en tu subconsciente, presentes cada día.

Puedes adelantar a otra ficha, y no sólo eso. Puedes mandarla al principio, y hacer que todo lo que ha andado no le sirva absolutamente de nada. Puedes comértela.
Pero encima, después de zampar sólo una ficha te cuentas 20 casillas. Te da un beneficio, una gran ventaja. Tentador. ¿Típico?
¿Y los puentes, barreras o como quieras llamarlos? Dos fichitas juntas e impiden el paso. Divertido, pero jodido para los que vienen detrás.

Y cuando vas a llegar a cumplir tu objetivo, te mandan a paseo otra vez. Te comen, comes, vuelves a comer, y el ciclo puede durar horas.

En cambio la oca te lo pone más facil. De oca a oca y tiro porque me toca. De puente a puente porque me lleva la corriente. Y puedes proclamarte vencedor en un sólo turno. Sin comer a nadie. A no ser que caigas en la posada, laberinto o en casilla de muerte y tengas que comenzar de cero. El propio tablero se encarga de poner trabas. Nadie te come, no tienes que comer a nadie.

Y se sitúan en dos caras de un mismo tablero. Pero, ¿que pasaría si juntaramos los dos juegos? Las trampas del tablero, que dependen del azar y una mano inocente con un dado. Más fichas por el camino, que pueden ponerte barreras, que pueden comerte una vez y otra vez incesablemente, que pueden obligarte a comenzar de cero. ¿Comiéndotelas al principio con remordimientos?, seguro que lo acabarás asumiendo como una costumbre sin plantearte nada.
Pero al final, siempre llegarás a la meta si no te has rendido antes.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Twitter


He sucumbido a twitter. Sí. Yo que no le veía utilidad. Pero creo que en ocasiones... en 140 caracteres puedo expresar cualquier estupidez o mini-reflexión que se me pase en ese momento por mi linda cabecita (las cosas bonitas ya me las digo yo sola, a falta de alguien que lo haga), aunque la idea aún no tenga demasiada forma.
Creo que puede ser una buena alternativa para comunicarme con aquellos que lo deseen, si es que hay alguien.
No sé, yo lo dejo caer por aquí, por si hay alguien interesado y que no entre en el blog para leerme y no vea el pedazo de cuadro de twitter que dejé plantadito a la derecha...

Mi usuario es @yohagolimonada


¡Saludos a todos!


sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Deshijado?

"El que pierde a un padre se le llama huerfano, pero el dolor de perder a un hijo es tan desgarrador que ni siquiera existe palabra para describirlo"

Eso le escuché decir a una mujer cuando venía de vuelta a casa en el tren. Y me quedé pensando...es cierto. No sé si en otro idioma existirá esa palabra, pero en español no.
Aparece deshijado como persona privada de hijos, pero puede referirse a alguien quien buscando hijos no ha podido concebirlos, ¿no?.
No existe una definición en el diccionario de ninguna palabra que diga: madre o padre con hijos fallecidos.

Investigado levemente por la red, encontré que tampoco existe palabra para denominar a un padre que mata a un hijo, aunque si para un hijo que mata a un padre(parricidio) o un hermano que mata a otro fraticidio).

¿Son cosas tan contra natura que ni siquiera existen palabras para denominar estos acontecimientos? ¿Qué opinais?
Quiero que me ayudeis a aclararme un poco.



sábado, 30 de octubre de 2010

Ley de Murphy


Una ruptura tiene varias fases: llanto, negación, rabia, odio e...¿indiferencia?.
Eso he pensado siempre.
Pero falta un factor a analizar muy, muy importante. Es el factor competición. ¿Más que nada por la persona que fue abandonada para demostrar que ha rehecho su vida? ¿ O quizás por la persona que cortó la relación para hacer ver que ha salido ganando con la decisión que tomó?

Siempre imaginas encontrarte con esa persona en el justo momento en el que estas jodidamente radiante y fantásticamente acompañada. Aunque normalmente suele ser cuando estás hecha un auténtico despojo humano, sin maquillar y quizás con la única compañía de un humor de perros porque el día ha ido de mal en peor. Se llama ley de murphy, a mi me acompaña cada día: cuando se me cae la tostada bocabajo, cuando no llevo paragüas y llueve o cuando pensaba en faltar a clase y decido ir pero el maldito profesor falta sin poner anuncio y estás esperando tres cuartos de hora a que el canalla aparezca por la puerta.


Un Viernes coges el tren para volver a casa después de un día de narices. Sales de clase a las 9 de la noche con el único deseo de zamparte un trozo o dos de tarta de chocolate, tirarte en el sofá y ver alguna película en la que los personajes sean tan desgraciados que te hagan sentirte la dueña del universo; aunque posiblemente te quedes dormida a mitad de la película y al día siguiente tengas que volver a verla de nuevo porque no te enteraste de la mitad del embrollo.

Te sientas y sacas tu libro para leer. Un libro de terror con una portada digna de ver. Y no lo leoporque se acerque jalogüin, no... es que me gustan, señores, y no soy capaz de ver pelis de miedo, pero me envicio a esas tramas que da verdadero pánico . Mis amigas me llaman friki cada vez que lo ven, y aunque me da un poco de vergüenza, no puedo evitar seguir leyéndolos.


Te imaginabas que nadie lo aguantaría: fantasma y cabezota. O lo aguantaría una petarda que le hiciera pasar malos tragos. No creo que dos trenes pasen por tus narices y puedas montarte. Es mucha suerte encontrar otro igual si te has bajado de uno.
Yo aprendí de todo aquello, pero es cierto que también he aprendido a ver de qué pie cojea cada uno, y en cuanto se me acerca alguien sabelotodo y que alardea constantemente, pongo pies en polvorosa. Aunque esté para mojar pan y sea incluso hasta inteligente.
Quizás acabaría con una cría que creyera todas sus pamplinas, o poco agraciada o cortita de miras. Excepto la segunda, las otras dos no son valorables a simple vista. Necesito conocer a una persona bastante para saber si vende humo o realmente es interesante, y nunca supe echar edades. Y más aún cuando niñas de 18 años se visten aparentando 25. Así que lo único que podría comprobar en un momento dado era cómo de buena estaba la supuesta nueva novia o lío del susodicho. Sí, porque si una tía está buena, sé admitirlo y sé admirarlo también.


Y cuando levanté la vista allí estaba entrando él. Según mi subjetiva opinión, más feito cada día y más idiota cada segundo. Pero allí estaba, dándole besos a ella. Ambos arreglados y preparados para una gran noche. Sus piernas kilométicas, el pelo perfecto y un olor para comérsela.

Él, había ganado la guerra que yo me había montado en mi cabeza. Hizo como que no me vio, aunque seguro que fue inevitable al menos hacerlo de refilón. Imagino y veo razonable que no le diera demasiada importancia a mi presencia fantasmal en aquel vagon, hecha un autentico trapo tras 12 horas fuera de casa.

Yo, que tenía que haber ganado esta guerra absurda porque me lo merecía por lo mal que lo había pasado; que tenía que encontrármelo acompañada de un gran hombre que encontraría por casualidad y del que me enamoraría locamente. Él, que tendría que estar dándose cuenta de lo mal que hizo todo; que tendría que estar solo y cansado de la rutina.

Y era todo al revés, jodidamente al revés.
¿He dicho ya que odio la ley de Murphy?




viernes, 22 de octubre de 2010

Tiempo

Veo mil cosas cada día que me hacen pensar. Sigo cavilando sobre todo, lo prometo.
Pero me falta tiempo. Estudiar, hacer trabajos, ir a clase, hacer deporte... y más responsabilidades añadidas que estoy asumiendo debido a circunstancias familiares, aunque lo hago encantada. Todo sea por sentirme útil y ayudar en todo lo posible en los momentos más... complicados.

Llego a casa con ganas de una ducha caliente, ponerme en pijama, cenar y tumbarme sin hacer nada viendo una película o una serie; o llego tarde porque aprovecho para relacionarme con mis amigos. No me gustaría perder la costumbre y convertirme en un ser antisocial. No, gracias.

Así que sigo leyendo a mucha gente, compartiendo opiniones y puntos de vista, pero sin tiempo para ponerme a escribir. De tener una idea a darle forma hasta dar por bueno un post hay un gran camino. Para mí, puede suponer quizás unas tres o cuatro horas. Horas que no tengo.


Más vale no escribir nada que escribir textos que considere pésimos según mi punto de vista. Soy muy exigente conmigo misma. Es jodido a veces, aunque me gusta.

Esto no es un adiós ni mucho menos. Ni siquiera un hasta luego. Es un necesito tiempo. Espero que no sea mucho.


sábado, 16 de octubre de 2010

De cómo enormes gilipollas dejan a grandes mujeres


Algo que he observado en estos últimos años de mi existencia es que enormes gilipollas dejan a grandes mujeres.
Debe ser una mala jugada de la estadística, pero las muestras se amontonan a mi alrededor. Quizás otra persona no haya visto apenas ningún caso parecido a este. Sí, es que todos están sucediéndose delante de mis narices. Hay una gran concentración de ellos, por desgracia.

Grandes mujeres se enamoran de buenos tipos. Con el tiempo, las amigas nos vamos dando cuenta de que ellas suelen destacar más que ellos: estudios, cultura, valores... Y ahí seguimos, haciéndonos a la idea de que nuestra amiga está con un pequeño ser un poco acomplejado, que quizás no era tan bueno como pensábamos.
Comenzamos a ver feos, vemos cómo cambian de forma inconsciente para no destacar frente a ellos y como ellos, incluso comienzan a crear tensiones entre ella y sus amigas y familia.
¿Nunca os habéis encontrado con un caso parecido? He visto al menos cinco en lo que va de año.
Y me revuelvo cuando viene llorando que les han dejado:
-No soy para tí, no puedo hacerte feliz.
-Necesito vivir la vida y salir y entrar. Aunque tengo claro que te quiero.

A algunas han llegado a ridiculizarlas, a hacerlas sentir mal por salir solas y seguir manteniendo su independencia. Cuando hablo de independencia me refiero a ocupar tu tiempo como quieras, seguir tus metas independientemente de las que tu pareja tenga; no excluyendo un proyecto de pareja y planes en común.


No encuentro la explicación.
Siempre piensas, ya queda menos para que le pegue la patada en el culo. El tío es un completo imbecil, no puedo creerme de qué forma llega a cegarnos el amor.
Finalmente ocurre todo lo contrario, aquello que jamás hubieras llegado a imaginar.
Ahí está ella, lamentándose y pensando qué hizo mal. Y ahí es cuando entras tú: Mira cariño, nunca lo entenderé, pero que sepas y te quede muy claro que es un enorme gilipollas y ha dejado a una grandísima mujer.

Y no es amor de amiga, es la pura verdad.



viernes, 8 de octubre de 2010

Lo importante en la convivencia


Uno...
Dos...
Tres...
Cuatro...
Cinco...
Seis...
Siete...
Ocho...
Nueve...
Diez...


Respira hondo y cuenta hasta ese bonito número. Es la primera regla que tienes que seguir para lograr una convivencia que pueda calificarse como tal. Y así está extraido de mi gran amiga la wiki:

La convivencia es una forma de vivir que debemos escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, entre otros, debemos tolerar costumbres de otras personas.

': 'El ser humano, tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Somos fundamentalmente animales grupales y nuestro bienestar es mucho mayor cuando nos encontramos en un ambiente armónico, en el cual vivimos en estrecha comunión.'

La investigación ha mostrado que cuando estamos solos estamos más predispuestos a sufrir accidentes, enfermedades mentales, suicidio y un amplio espectro de enfermedades. Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de nuestra vida no podemos prescindir del apoyo y de la compañía de los otros.

Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental.

Es la condición de relacionarse con las demás personas a través de una comunicación permanente fundamentada en afecto y tolerancia que permite convivir y compartir en armonía en las diferentes situaciones de la vida.


Cada hogar es un propio mundo, como bien dice el propio anuncio tan conocido: "Bienvenido a la República independiente de tu casa".
Ciertamente, no todos los hogares son repúblicas. El patriarca antiguamente imponía su ley, mientras que la mujer manejaba los hilos entre las sombras. Hoy día, la familia pasa cada vez más a ser un resultado del consenso y del acuerdo.
Es en el día a día donde aprendemos los valores más importantes que marcarán cómo funcionará nuestro propio hogar. Porque irremediablemente aquello que aprendamos en casa, lo aplicaremos en el futuro, intentando corregir algunos matices.

La empatía es algo muy importante para una convivencia feliz. Debemos aprender no sólo de las palabras de otros, si no de sus actos y sus reacciones diarias. Acabamos desarrollando una intuición que nos dice cuándo es el mejor momento para hablar con esa persona de algo importante, cuándo debemos darle cariño o cuándo es preferible dejarle su espacio para evitar recibir malas contestaciones. Pero es algo duro de aprender y que nos lleva desde la infancia. Es ahora, a la edad de 21 años cuando he conseguido mantener una convivencia pacífica en casa. Sé cómo abordar un problema, cuándo callarme y ser fléxible en todo lo posible. Ya no hay motivos de peleas, porque las personas que conviven conmigo han aprendido cuáles son mis necesidades, mi carácter y tienen el radar activado en mis mejores y peores días. ¿Cómo saben no dirigirme la palabra cuándo he tenido un día de perros? ¿cómo descubren que estoy enamorandome? Me conocen, y según mi estado, han aprendido actuar en consonancia con él.

Posteriormente, puede darse la situación de tener que convivir con personas que no has elegido tampoco y no conoces de nada. Es el caso de personas que van a vivir a otra ciudad por cuestiones de trabajo o estudios y deciden compartir su espacio vital con otros por motivos económicos. Son los llamados compañeros de piso.
Es ahí donde cobra una especial importancia la tolerancia y el saber contar hasta diez, porque puedes tener suerte... o no. Las primeras impresiones engañan, todos lo sabemos... Pero es algo relativamente pasajero que puede aportarte grandes experiencias tanto si tuviste suerte y coincidiste con maravillosas personas como si diste con personas totalmente incompatibles contigo. ¿No crees?

Comenzar a vivir con tu pareja es otra historia. Es alguien a quien escogiste por voluntad y con conocimiento, alguien a quien quieres y por quien quizás puedes dar a tu brazo a torcer más que por otros. Es algo que creo que hay que probar antes del matrimonio (si está en tus planes) porque quizás resulte un fracaso absoluto. Recuerdo una conocida que se casó hace poco, y me decía que su convivencía sería genial. Ella no tenía la menor duda, había convivido con él algunos fines de semana. ¿Estamos locos? Durante una semana todo puede ser maravilloso, cuando estamos relajados. Cuando llegas de trabajar cansado, sin ganas de nada es dónde se ven los límites de cada uno. Meses hacen falta, incluso años pueden pasar para encontrar el equilibrio y adaptarse uno a otro.
Y si no funciona, siempre existe el divorcio. Así convives contigo mismo, que también tiene su dificultad aunque no lo creamos. Hay personas a las que les aterra la soledad. ¿Será que no se aceptan tal y como son? Estar solo, pensar y ser consciente de que la convivencia es necesaria, pero que al principio de la vida y al final eres un individuo independiente y que debe enfrentarse sólo a ello, da miedo a muchos.

Mil formas de convivencia, mil reglas diferentes y mil maneras de arreglar los desacuerdos. Cada uno puede adoptar los que quiera mientras todos estén de acuerdo. Lo básico son los principios. El respeto, la empatía y la tolerancia. Y nunca, nunca, nunca olvidar contar hasta diez.

lunes, 4 de octubre de 2010

Tuenti obsesión


Me está empezando a dar corage todo el tema de las redes sociales. Me da corage a partir del punto en el cual las personas a mi alrededor se vuelven tuenticansinas.
Si salgo una noche, al día siguiente están todas las fotos subidas: yo con una botella, yo bailando con un amigo, yo cayendome de la silla o con una cara que nadie debería ver jamás. Todos saben dónde fui, con quién estuve y cuántas copas me tomé de más.

El Viernes tuve una cena. He subido tras dos días las fotos que me parecían interesantes y que no me importa que vea la gente. Llevan dos días repitiendome insaciablemente que las suba, que se las pase y que lo haga ya.
Hoy he recibido dos sms preguntandome si pueden venir a recoger el pen a mi casa con las fotos. No he subido todas y cada una de las 160 fotos y las quieren para subir todas y cada una en las que salen. No pienso ni contestar. Estoy cenando y me voy a dormir . No voy a perder mi tiempo pasando fotos a cds y lápices de las narices. Lo haré otro día y espero que no se mueran.

Y como vuelvan a dar por culo (con perdón) cojo y borro todas las fotos subidas, y hasta que no se las pase por la vía convencional se van a tener que echar en agua.
Echo de menos las cámaras analógicas, el carrete y tener que esperar una semana a que te entreguen tus fotos, y si querías copias las pagabas. Abrías el albúm y te pasabas la tarde viéndolas.

Esa gente que se pone de estados: ¡anoche fue la ostia!, ¡mucha tela!... o ya directamente dónde han estado o dónde estan o qué hacen y dejan de hacer...

Cuando estáis reunidos y alguien salta: ¡foto tuenti!
¿No puede ser una foto normal y para el recuerdo? Si no la subes al tuenti para el conocimiento de tus contactos ,¿no vale?
Hay una nueva necesidad en las personas: que todos sepan cuán solicitado eres, cuántos amigos tienes y cuántos grandes planes haces en el fin de semana.

Me tocan las narices.


domingo, 3 de octubre de 2010

TAG

Hoy voy a hacer este Tag que me ha enviado Juno
1. ¿Te llevas bien con tu suegra? Ni bien ni mal. No teniamos una relación demasiado estrecha y había algunas cosas que me chocaban de ella.
2. ¿Cuál es tu reto?Terminar mi licenciatura, aprender idiomas y viajar.
3. ¿Qué le dirías a tu jefe si te tocara la lotería? Pues que soy millonaria, pero que sigo tabajando. No podría estar sin hacer nada, la verdad.
4. ¿qué harías si descubrieras que alguien te está mintiendo? Pues depende quien sea y las oportunidades que lleve dadas, le doy otra oportunidad o intento tacharlo de mi vida. depende tamién la gravedad de la mentira.
5. Si se quema la casa y sólo puedes salvar una cosa, ¿qué salvas? El disco duro con todas las fotos y videos desde que era pequeña.
6. Entras en un sitio con mucha gente, ¿qué haces?Darme la vuelta y buscar un sitio con menos gente.
7. Ves el vaso medio lleno o medio vacío? Pues depende la situación y mi estado de ánimo.
8. Te encuentras con una lámpara mágica, ¿qué tres deseos pides? Salud para los míos y para mí, estabilidad económica y poder seguir sorprendiendome de las pequeñas cosas.
9. ¿Qué te llevó a escribir un blog? Plasmar en algún sitio lo que se me pasa por la mente y que alguien pueda leerme, darme su opinión y ayudar a los que estén pasando por situaciones parecidas.
10. Si fueses un dinosaurio, ¿cómo te llamarías? Pues ni idea, sinceramente no sé anda de dinosaurios excepto por la peli el Valle encantado XD)
11.¿Querrías cambiar algo de tu pasado? Nada. Todo mi pasado me hace ser quien soy en el presente.
12. ¿Cual es tu sueño? Viajar y ser feliz disfrutando de cada pequeña cosa que sucede en mi vida.
13. ¿Qué es lo más vergonzoso que has hecho? Si lo contara me avergonzaría aquí. Mejor no revelarlo.
14. ¿Con qué "1º vez" de tu vida te quedas y por qué? Con el primer viaje que hice sola con mis amigos. Un crucero inolvidable.
15.¿Te acostarías con alguien por una apuesta?No.Siempre pierdo las apuestas...
16. ¿Aceptarías una proposición indecente?Una noche por 1 millón de €. Depende con quien. Pero lo más posible es que sí.



¿Nominar? No nomino a nadie...quien le apetezca hacerlo queda invitado.


sábado, 25 de septiembre de 2010

Todo va a una velocidad de vértigo


Allí estaba ella, esperando en la cola del Burguer King sin saber ni siquiera cómo se llamaba aquel sitio lleno de gente en el que te servían la comida en 5 minutos.
Me preguntó qué juguete daban hoy, a lo que respondí:
-No lo sé señora. No pido el menú infatil desde hace años.
-Pero, ¿qué es lo que se pide aquí?- me preguntó preocupada, pero entre risas- Yo sólo sé que mis nietos querían un juguete que dicen que lo dan aquí. Mi marío quiere huevo con patatas, pero le he dicho que aquí no hay de eso.


En la cola se volvió loca. Se puso tras de mí directamente, y cuando se quedaban cajas vacías decía que la gente se le colaba.
-Pero señora, no se ponga detrás mía. Espere allí a ver cuál queda libre.
-¡Que lío chiquilla! Mira, yo le doy a los niños su hamburguesa y su coca cola y ya comemos nosotros en el bar de la esquina. Con lo bueno que está un plato de potaje, y me cobran aquí por un trozo de pan con un cacho de carne casi 7 euros, ¡Dios Santo!. Con lo poco que cobramos los jubilaos.

Qué gran distancia hay entre su generación y la mía. Algunos han aprendido a regañadientes a manejar el móvil, como mi abuela, que cada dos por tres pregunta cómo mirar quién le ha llamado o cómo se bloquea. Otros incluso se han hecho una cuenta de correo electrónico, como mi otra abuela, que no para de mandar cadenas de mensajes. ¡Cada día me encuentro 4 al menos! Le digo que los veo todos, pero lo cierto es que cuando veo su nombre los borro directamente. No tengo tiempo para parar a leer todo eso y ponerme a ver los power point que me envía. Me pregunta que es eso que le llega para unirse al facebook (pronunciado tal y como se escribe).

Mi madre no entiende mi música. No sabe cómo puedo oir música en inglés si no se entiende nada. No llega a creerse del todo que entiendo las letras, a rasgos generales las más complicadas. Dice que la música de su época era mejor. Tampoco le hacen gracia las chucherias de hoy en día, como ella dice. Han cambiado los precios, si antes con nada podías comprar media tienda y no había tantas cosas raras, el regaliz de toda la vida y ale, marchando.

Mi madre no sabe ni encender el ordenador, y ni quiere. ¿Y si me voy al extranjero cómo hablamos si no sabes manejar el skype? Ya aprenderé, me dice ( y yo tendré que tomar cuatro tilas para poder enseñarte en dos días, porque lo dejarás para el último momento).

Todo avanza de forma rápida. Mi ordenador no tiene ni 6 años y ya está viejo. Mi móvil no es táctil y ni quiero, me vuelvo loca si no tiene botones, no sé escribir mensajes con un lápiz.
Me costó la vida comprender cómo funcionada twitter y saber para qué leches servía; y aprender a manejar spotify con todos sus trucos me costó lo suyo, eso sí, no lo cambio ni por todo el oro del mundo.
Me peleo con el Ipod cada vez que quiero piratearlo, aunque si me lo cargo me da lo mismo, porque me lo encontré en la calle... era de un chino ( y lo sé porque estaba en chino, y tarde horas en cambiarle el idioma). Sí, sé que soy mala. Pero al chino lo había visto hacía media hora en el banco sentado con el cacharro en cuestión, y no hubiera sido capaz de decir de qué chino era. Para mí son todos iguales, quizás la generacion que me siga aprenda a diferenciarlos al convivir con ellos, pero yo soy incapaz. Tengo tres Ipod diferentes, desde el mini que es en blanco y negro hasta llegar al Ipod touch. Me da pena deshacerme de ellos, según mi madre cuando pasen algunos años serán reliquias para coleccionistas. ¿Pero qué hago con ellos? ¿Acumulo Ipods, móviles y portátiles?

Quiero comprarme un lector de libros electrónicos pero no sé cual. Los veo todos iguales. Yo sólo sé que no quiero acumular más libros en casa porque en el cuarto entra un número muy limitado de ellos.
Y ahí voy, luchando con las tecnologías e intentando no quedarme atrás. ¿Acabaré por perderme y no lograr entender cómo funcionan la mitad de los chirimbolos nuevos que salen? ¿Repudriaré la música que oyen mis hijos o conseguiré no quedarme anticuada y que mis oidos se adapten a los futuros nuevos sonidos?

Todo va a una velocidad de vértigo.


sábado, 18 de septiembre de 2010

Incomodidad crónica


Érase una vez una joven que estaba cansada sobre las 4 de la mañana. No tenía más ganas de continuar de cachondeo en la feria. Pero era una cagona. Bueno, lo sigue siendo.
Y si juntamos lo cagona que era con su poca disponibilidad de fondos tras gastarse sus ahorros en su viaje de fin de carrera que había sido apoteósico, caereis en la cuenta de que:
a) Le daba miedo montarse en taxi sola a aquellas horas intempestivas con tanto cafre suelto, y no disponía de dinero para pagarlo.
b) Mucho menos se iba a ir sola en bus, porque aunque era económico, iría acojonada todo el camino.


Así que la solución era la siguiente: esperar que algún amigo quisiera recogerse para ir juntos en el autobús.

Pero los amigos que decidieron volver a casa eran una pareja, y ya sabemos mi consabido problema con las parejas. Mentira, no lo sabeis porque nunca he hablado de ello.
Realmente, mi problema con las parejas viene a raíz de esa noche. O más bien, con esta pareja específica.
No me gusta salir a cenar con una pareja, ni ir a tomar algo. Me siento como un mueble. Es inevitable, pero imagino que es algo medianamente normal. A nadie le gusta ir a pasar un fin de semana a la playa con una amiga y su pareja, ¿no?. Ya sé que quizás estoy chapada a la antigua, pero que vamos a hacerle.

Ir con una pareja en un viaje en coche, quedarme sola con ellos en un momento puntual carece de importancia para mí. Pero con ellos me dí cuenta que era imposible.

Son apasionados, cariñosos y desmedidos. Sumándole a eso mi tristeza crónica que me da en determinados momentos del mes en los que necesito tener alguien al lado para achucharle y mi falta de sueño, estaba bastante sensible y susceptible.

Imaginadme, yo en un rincon del autobús, echada en la ventana, muerta de frío y con sueño; y cuando voy a hablar con ellos para hacer más ameno el viaje, porque si no iba a quedarme sopa allí mismo y de pie, estaban dándose el lote. En mis narices.
Cara a cara se profesaban arrumacos, risas y muestras de cariño. Y yo al lado era como un cero a la izquierda.
"¿Qué hago aquí? Me siento estúpida, sola y cansada. Si siguiera con él hubieramos vuelto juntos y posiblemente me hubiera quedado dormida en su hombro, hasta que me despertase con un beso al llegar a mi parada y me acompañara hasta casa".
Pensamientos de ese estilo fueron los que correteaban por mi cabeza, de un lado a otro, sin parar.

Me bajé sola de la parada, porque ella se quedó dormida en su hombro. Baje de autobús y vestida con el traje de flamenca eché a andar lo más rápido que me lo permitía. Y sola, cagada de miedo, llegué a casa. Dando gracias porque todo aquello hubiera terminado.

Al día siguiente me tocó hacer el mismo viaje de ida y vuelta con otra pareja, pero sin lugar a dudas estuve cómoda.

Así que suelo decirle a ella que estoy incómoda entre parejas, cuando sólo mi incomodidad los concierne a ellos dos. ¿Cómo culparlos de ser cariñosos y apasionados? ¿Cómo decirle a mi amiga que sólo me incomoda ella y su pareja?.
Ella quiere arreglar mi problema, bromea con todo ello. Aunque sé que hay un trasfondo de resentimiento. ¿Cómo obligarme si mi subconsciente hace que me separe de ellos en cuanto empiezan a besarse?

Esto me hace plantearme dudas, ¿qué considerais aceptable en público a una pareja?.
Yo personalmente, pasados los 16-17 años y la euforía del primer amor, considero que una pareja debe dejar ciertos cariños para la intimidad. Ver a dos personas de 25 años dándose el lote en un banco, me impacta. El resto de amigos en pareja, incluso yo cuando la he tenido, nos hemos profesado cariño, pero como vulgarmente se dice no me como la boca con nadie en público ni me sobeteo más de lo debido. Mis principios e ideas vienen de mi madre y de mi familia, aún sin ser religiosos lo consideramos una forma de mostrar respeto. Posiblemente, si investigais un poco, mi opinión sea más bien parecida a la de vuestras madres que a la de vosotros.¿ O me equivoco?¿Qué pensais de todo esto?




miércoles, 15 de septiembre de 2010

Convención de los heridos de amor


Os dejo este texto de Paulo Coelho. Me encanta, y quería compartirlo con vosotros. Espero que os guste tanto como a mí.

Disposiciones generales:

A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo vale” es completamente verdadero;

B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación de los heridos de amor, muy superiores en número;

Se decreta que:

Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo, quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños. Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que ambos corren el mismo riesgo.

Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como “amor no correspondido”. En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la flecha del corazón y la tire a la basura. Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo. La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le dice “vale la pena luchar por esta persona”.

Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el guión, queda expresamente prohibida la venganza. En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra. La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del Art. 2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.

Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones, pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero, debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdón. Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de odio.

Art. 5 – En todas las heridas definitivas, también conocidas como “rupturas”, el único medicamento que tiene algún efecto se llama Tiempo. De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo. Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán permitidos dos vasos de vino diarios.

Consideraciones finales
Los heridos por el amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonía y el éxtasis de su elección.
Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he vivido”. Porque no vivieron.




domingo, 12 de septiembre de 2010

Proposición vía sms


Si hay algo que odio es que pretendan mantener una conversación conmigo via sms. Si tienes varias cosas que decir, llama ¿no?

Mientras no dé señales de vida desaparece casi al 100% de mi cabeza, pero hoy he recibido un sms suyo. Tras enviarnos unos cuantos de ellos, aunque lo odie (¿odio hablar vía sms o también lo odio a él?), ha propuesto un fin de semana juntos en la playa. Pero algo inocente aparentemente, porque queremos ir para ver a algunos amigos en fechas para ellos importantes, sé que puede convertirse en algo más serio.

Y tengo claro que no quiero estar a solas entre cuatro paredes a su lado, no quiero darle lo que está buscando porque ese no es mi interés en él. No quiero ser segundo plato de nadie y creo que sigo siéndolo. No quiero decirle que sí y a última hora recibir un sms con que se cancela todo. No.
Por eso, voy a decirle yo el no, antes de que pueda darmelo a mí. Porque si quiere algo, quiero empezar desde cero, como la gente normal. Y si realmente lo quiere, puede volver a interesarse, como lo hice yo tras recibir alguna que otra negativa.
Tengo mi vida, y no pienso aparcar mis planes (aunque aún no estén hechos) por darle todo el tiempo de un fin de semana a él. Porque él no lo haría si yo se lo propusiera. De hecho, aún no ha accedido a cenar conmigo ninguna noche. Desde que volví de la playa no hemos vuelto a vernos. De vernos 12 horas al día hemos pasado a olvidar nuestras caras y nuestras voces. ¿Y ahora quieres un fin de semana completo? Por mucho que me duela, guapo, se te ven las intenciones. Vas listo.



jueves, 9 de septiembre de 2010

Como gitanos


Mis amigos y yo somos unos gitanos. Y no lo digo en tono despectivo, ni mucho menos. Ya me salvaría de eso.
Lo digo porque tenemos comportamientos que son típicos, tipiquísimos.
¿Nunca habéis entrado a un hospital y habéis visto a la familia completa en urgencias sin moverse de allí todo el tiempo que sea necesario? Y cuando me refiero a familia, no son unicamente padre, madre y hermanos, no. Los abuelos, tíos, primos, tíos abuelos, primos segundos, cuñados y toda familia natural y política que puedas llegar a imaginar.
Allí hemos estado todos hoy. En el conservatorio de danza para apoyar a nuestra amiga la bailarina. Todos mirando por la ventana a ver qué tal lo hacía y convencidísimos de que era la mejor, sin lugar a dudas. Quiere acceder a cuarto pero es imposible casi por las pocas plazas que sacan. Y cuando digo pocas, me quedo corta, porque de pasar a ser 3 se ha quedado en 1; y el año pasado tras hacer las pruebas confirmaron que no había ninguna vacante.
Así que el estrés que le ha ocasionado esto todo el verano y la importancia que tenía para ella ( y por tanto, para todos) ha provocado que allí estuviésemos plantadas más de 8 personas, cuando lo lógico es que te acompañen como mucho dos.

Y no sólo eso, sino que desde las 8 y media de la mañana hemos estado juntos hasta que han dado las 7 de la tarde. Diez horas y media, sí.
Han acabado acompañándome a comprar un chandal todos juntitos, porque he decidido que quiero poner deporte en mi vida. ¿Cuántos años llevo sin practicarlo? Es un misterio, pero no me quedaba bien ningún pantalón del armario. Así que llevo una semana saliendo a hacer footing, que suena más cool, con ropa prestada.


Así que a las siete los dejé solos y me vine a casa, a tirarme en el sofá y leer un buen libro. Porque teniendo amigos así, ¿para qué quiero un novio?.
Bueno, lo quiero por lo que lo quiero. Y no penseis mal, que aunque la primera malpensada soy yo, no van por ahí los tiros.


domingo, 5 de septiembre de 2010

10 Razones para odiarte


  1. Te odio porque a todas horas pienso en ti y tú ni siquiera me recuerdas.
  2. Te odio porque no puedo olvidarte y tú no demuestras amarme.
  3. Te odio porque mi alma se ha quedado vacía de tanto amarte.
  4. Te odio porque te miro y aún me sonrojo.
  5. Te odio porque vive en mí un deseo que tú no sientes.
  6. Te odio porque todo mi amor es sólo indiferencia para ti.
  7. Te odio porque ni una lágrima te mereces y por ti las he llorado todas.
  8. Te odio porque mi locura por ti se queda en amargura.
  9. Te odio porque para mi fuiste todo y para ti yo no fui nada.
  10. Te odio sobre todo porque, aunque lo desearía, ni odiarte un poco puedo.


jueves, 2 de septiembre de 2010

Srta. Exigente


Hola. Me llaman la exigente. Es la nueva moda para mis amigas.

Y dirás, ¿exigente? Pues sí, y te cuento el porqué de la nueva característica que han sumado a la lista de mis rasgos de personalidad.

En cuanto a hombres, me comentan que pido demasiado; aunque yo no estoy de acuerdo.

Pimera exigencia: si has tenido algo bueno en tu vida es lógico que busques algo que lo iguale o que lo supere. Sí, estuve con alguien a quien a día de hoy considero bastante... ¿cortito de mente? Aunque no sé si eso de cortito se queda corto.
Pero se trataba de un ser humano con sus fallos y sus virtudes, y éstas segundas pesaban en aquel momento más que los primeros.
Segunda exigencia: debe ser alguien que te permita hablar de tí al menos un minuto por cita, y que finja interés como mínimo. Aunque si el interés es fingido y te percatas, depende lo que quieras puedes seguirle el royo o a otra cosa mariposa.
Tercera exigencia: debe ser flexible y admitir opiniones diferentes a la propia. No pretender que creas y te convenzas de que su verdad es la única y absoluta, y que todo lo demás está de más o son ideas absurdas.
Cuarta exigencia: no debe repetirte veinte mil veces al día que tengas cuidado y no te enamores de él. Porque él no quiere eso, y hasta ahí de acuerdo. Pero nunca sabes lo que puede ocurrir y odio que me pongan barreras. Y que nunca, nunca comente en tono despectivo que cuando hay pim pam pum, se les va a todas la cabeza y tiene que dejarlas. Pero él es todo un caballero.
Quinta exigencia y por ello no la menos importante: debe ser aseado. Y con aseado no me refiero a ducharse dos o tres veces por semana o cuando entrena. Porque aunque no sude y su olor corporal le encante, si sudas y más si haces deporte debes ducharte; y aunque no sudes y no hagas deporte duchate de todas formas.
Pero peor que eso, no es que te des cuenta de que no se ducha, sino que él mismo lo confirme y alegue que:
Primera de las razones: no suda.
Segunda y más importante: le da corage tener que secarse y vestirse luego.

"Pero cariño, si tanto te importa, cuando quede contigo, me ducho."


Luego me llaman exigente, pero a ver... ¿cómo voy a tener algo con cada garrulo que se me acerque? El problema es cuando sabes lo que quieres y no lo encuentras por ningún lado. Por eso he dejado de buscarlo. Pero porque deje de buscar...no. Me niego a conformarme con especímenes como ese.

domingo, 29 de agosto de 2010

Noche y día


Cuenta una leyenda china la historia de dos amantes que jamás logran reunirse. Se llaman Noche y Día. En las horas mágicas del atardecer y el amanecer los amantes se rozan y están a punto de encontrarse, pero nunca sucede. Dicen que si prestas atención puedes escuchar sus lamentos y ver el cielo teñirse del rojo de su rabia. La leyenda afirma que los dioses tuvieron a bien concederles algún instante de felicidad y por eso crearon los eclipses, durante los cuales los amantes logran reunirse y hacer el amor. Tú y yo también esperamos nuestro eclipse. Ahora que hemos comprendido que ya nunca volveremos a encontrarnos, que estamos condenados a vivir separados, que somos la noche y el día.

viernes, 27 de agosto de 2010

Mareada

Hay veces que piensas que tus ideas están claras y tus decisiones son inamovibles. De este agua no beberé nunca fue un buen dicho. En cuanto lo pronuncias falta tiempo para tener que tragarte tus palabras.

No me gusta que me mareen, que me busquen y cuando me encuentren me huyan, que jueguen a tres bandas. Son comportamientos que deberían provocar que esa persona se quede sola por no elegir a tiempo, pero no es así.

Esa magia que tiene y ese carisma provoca que nunca sea así.

No caí. No quiero ser presa fácil de la que se aprovechen, aunque yo también consiga algo en cierta forma. No quiero eso que podría conseguir.
Dejaré de hablar en abstracto porque tenéis que estar más perdidos que el barco del arroz, como diría mi madre.

Miraditas tiene innumerables ex, más que nada ex-royitos de verano. Y ahí es donde coincidmos, en nuestra ciudad de vacaciones. Por deducción obvia habreis adivinado que tengo que toparme con todas ellas.
Ahí llegué yo, segura de mi misma y con las ideas muy claras. Además, no había nada que temer, él tenía novia. Pero a medida que hablabamos más y más, como suele pasar cada verano, me comentó que antes de llegar lo habían dejado.
La distancia siempre suele ser una piedra en las relaciones, y ese era su caso ahora que terminaban ambos sus carreras y ella era de otra ciudad.
Así que allí estábamos, los dos solos de nuevo y aumentando la complicidad día a día, hasta que una noche comenzó a insinuarse.

Son esas miradas las que me vuelven loca, estar a cinco centimetros de su boca, oler su perfume... pero resistí. Porque sé que terminar cayendo sólo da problemas, pero él siguió insistiendo.

Teníamos una complicidad tal que todos veían algo que aún no había sucedido y que ni siquiera sucedería en todo el verano. Hablaba con él, intercambiabamos caricias, miradas y risas, ; y yo a cambio recibía miradas asesinas de las demás. Tenía que aparentar indiferencia cuando pasaba horas hablando con alguna de ellas, como ellas debían hacerlo cuando estaba conmigo.

Y así terminé sabiendo que me echa de menos, que tiene momentos conmigo que no cambiaría por nada del mundo, que le complemento... pero que no sabe que será de él y no puede tener nada conmigo, aunque no le faltan ganas para echar a correr de mi mano.

Odio estar mareada, odio tener claro lo que quiero y que mi felicidad dependa de otra persona que me valora como una opción.
Me repito una y otra vez que no soy segundo plato de nadie. Yo soy el entrante, el primer y segundo plato e incluso el postre. Pero aunque me lo repita, aquí estoy, esperando un mensaje o una llamada diciéndome que me echa de menos y quiere verme, para poder correr a su lado como una loca. Como él quizás no correría al mío.

Todo lo que tenía, todos los proyectos ya se quedaron en nada. Ahora sólo pienso en él, y no puedo confesarme con nadie porque me avergüenzo de ello. Eso es lo peor. Pero sigo con la ilusión intacta que él revive en mi con sólo una palabra, con el brillo en los ojos cuando recuerdo como rozaba mi piel. Como una niña pequeña. Porque él podría hacerme aún más feliz y aunque no sea cierto, esa idea no abandona mi cabeza.






Related Posts with Thumbnails
Las imágenes que ilustran los posts están seleccionadas de internet. Deja un comentario si alguna te pertenece y tienes algún inconveniente en que sea usada para ilustrar el blog. Gracias