viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós al 2010

Si hay un adjetivo para él es...tranquilo.

Pero lo que menos esperaba es que terminara de esta manera. Un día antes de fin de año... pasó algo que deseaba, pero que no pensaba.

Me miró y me besó. Y no tengo ni idea de cómo terminará esta historia. Pero sé que continuará en el 2011.

Feliz año a todos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Dónde está la magia?


Pasear por el centro, con un café caliente entre las manos.
Sentir las luces cuando cae la noche y saborear el olor a castañas.
Comidas, reuniones, ajetreo y jaleo en casa. Me encanta la navidad.

Aunque odio las peliculas que hacen alusión a ella, no comprendo tener que reencontrarte con personas a las que no ves en todo el año porque no te apetece o esperar colas y soportar bullas en las tiendas.

¿Regalos? Tengo casi de todo. Pero suelo hacer una lista a los Reyes Magos de Oriente, como cuando tenía 6 años. Algo orientativo. Sólo algunas ideas. La magia del día consiste en no saber qué contiene el envoltorio y que los tuyos tengan un detalle.

Pero el otro día, por casualidad(mirad que no me gusta ser cotilla... pero si hablan alto en el bus, me entero sin remedio), escuché la conversación de una pareja joven. Salieron frases del tipo:

-Pero a ver, si el presupuesto son 100 euros, prefiero muchas pequeños detalles.
-Con los 100 euros me gusta la camiseta que hemos visto en X tienda, de la talla M y del color verde andalucía ( si, verde andalucía dijo, la mona).
-Bueno, voy a hablar con tu madre porque si ella te compra la cámara que es más cara, así yo completo todo lo demás que quieres.



¿Y estas frases te dicen algo? Quizás no te digan absolutamente nada... a mí, desde luego, sí que me lo dicen.
¿Dónde queda la sorpresa? Si tengo que indicar todo lo que quiero como si lo comprara yo misma y sé qué voy a recibir el día 6 de Enero exactamente, y me voy a gastar exactamente el mismo dinero que mi pareja para comprarle exactamente todo lo que ha pedido hasta llegar a 100 €...

¿Para qué ir dos veces de compra? ¿Una para que me indiquen con pelos y señales qué tengo que regalar como si fuera tonta, y otra tarde para comprar justo lo que me han indicado? ¡Ni que yo fuera una personal shopper!

Desde aquí lo reinvindico. Por favor... no perdamos la magia de ese día tan bonito. No eliminemos la ilusión. No caigamos en el simple consumismo, porque si nos ponemos así, yo me compro lo mío en rebajas y tú te compras lo tuyo cuando te apetezca.

A mi, desde que conocí el famoso secreto, me han enseñado que no hay diferencia. Sigo teniendo la misma ilusión y los mismos nervios que cuando era una cría. Nunca sé lo que me espera bajo el árbol cada 6 de Enero.



domingo, 19 de diciembre de 2010

Princesas actuales


Más tarde me puse a pensar en los cuentos de niños.
¿Y si el príncipe azul no hubiera aparecido?
¿Habría dormido Blancanieves eternamente en su urna de cristal?
¿O tarde o temprano hubiese despertado, escupido la manzana, buscado un trabajo, una buena asistencia sanitaria y un hijo del banco de esperma de su barrio?
SNY

sábado, 11 de diciembre de 2010

Finales dramáticos


Puede que sea rara. O quizás tenga un pequeño problema. O simplemente, es que me pegué los palos suficientes para no creer en los cuentos de hadas. Y la capacidad para reirme de aquellos que sí creen.
A lo mejor, constituye una falta de respeto. Puede ser una opción.
La segunda opción, compatible con la primera, es que me haya vuelto insensible.

El caso es que, mientras cientos de niñas, y no tan niñas, lloraban de pena al conocer un trágico final de una bonita pero surrealista historia de amor de una niña buena y un antihéroe, yo me reía.

Sí, me agarraba a mi amiga y hacíamos comentarios demasiados salidos de tono en las escenas más cardíacas. Pero al ver el final tan triste, sólo pude quedarme indiferente. Pensé: sí, esta es la vida real. Por fin terminan una película de forma que al salir del cine no me sienta una desgraciada porque no tengo lo que los protagonistas tienen. Porque ellos tienen lo que tenemos todos: amor, sexo, broncas, rupturas y dolor.


Y es que adoro las películas con finales tristes, reales. No quiero que sean felices y coman perdices. No quiero que me vendan al hombre de mis sueños que nunca encontraré. No quiero que me digan que la primera vez es perfecta y que haya niñas que se lo crean. Para eso ya está Disney. Para crear ideas absurdas que te llevarán a buscar una utopía el resto de tu vida.

Lo siguiente que pediría es una película en la que ganen los malos, como ocurre a veces. Más de lo que creemos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ojalá



Tengo algo dentro. Algo que me recorre de abajo a arriba una vez, y otra, y otra...

Tengo ganas, pero tengo miedo. Miedo a no conseguir de nuevo esa confianza. Miedo de no librarme del miedo y los reparos. Miedo a no volver a querer igual.

Tengo una burbuja que me impide acercarme, que me obliga a mantener distancias de seguridad. Aunque a veces deseara tener un alfiler a mano para explotarla, siempre me vuelvo cobarde.

Se merece que rompa la burbuja. Se lo merece por el simple hecho de que ha desviado su camino con el único propósito de venir a encontrarme en el mío.

Ojalá sea esa persona capaz de arrancarme el miedo y todo lo demás. Ojalá.


viernes, 3 de diciembre de 2010

Una pareja, ¿Un cerebro?


A veces esa pregunta me llega y, sinceramente, no termino de darle una respuesta.
Habrá parejas y parejas, quizás seas la excepción que confirma la regla, o quizás lo creas pero no lo seas.

Pasamos de pensar de forma independiente a pensar de forma condicionada por la otra persona. ¿Cuándo ocurre esto? ¿Cuánto tiempo podemos aguantar manteniendo nuestra independencia total en cuanto a principios y opiniones se refiere?

Veo parejas que, tras años, al final se influencian la una a la otra en mayor o menor medida. Alguien que no puede ver a mi novio, terminará por caerme mal o no tener mi confianza; y si mi pareja tiene algo en contra suyo es muy dificil no cambiar tu forma de actuar con esa persona. ¿Ningún amigo os dejó de hablar o cambió su actitud hacia vosotras por el simple hecho de que su actual pareja no os podía ni ver y os mataba con una sola mirada?


Quizás esto tenga un pase en los casos menos extremos, que los hay. Aunque son la minoría.

Otras veces me pregunto hasta qué punto los gustos de la pareja influyen en los nuestros.
Veo parejas que deciden su futuro en función de la otra persona. Quizás ese sea el caso más extremo que me he encontrado.

Mi novio estudia esto, así que he decidido que a mi también me gusta y quiero seguir el mismo camino.

O bien, conocí a mi novia en la facultad y no me separo de ella. Elegimos exactamente las mismas asignaturas y vamos a estudiar el mismo segundo ciclo en el mismo grupo, con las mismas asignaturas y elaborando los trabajos en grupo ella y yo.
Eso, evidentemente, no lo dicen con palabras. Pero sí con sus actos, que para mí, es lo que prima.

¿Cómo puede gustarte X si tu pareja es A y cambiar radicalmente si tu pareja es B y pasar a gustarte Y?

Explicarmelo porque no lo entiendo. Hasta qué punto enamorarte, es enamorarte de todo lo que esa persona hace, dice y piensa, hasta llegar a la situación de ser practicamente un clon, tener opiniones idénticas, querer pasar todo tu tiempo disponible con ella o él y desear un futuro exactamente idéntico.

Opiniones, por favor.

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