sábado, 24 de marzo de 2012

Yo hablo andaluz

A mi es dificil tocarme las narices y que salte. Tengo mucho carácter, pero sé controlarlo y suelo morderme la lengua más de una y dos veces.
Pero ayer, lo siento, me salió del alma. Me salieron dos cosas del alma: el carácter y mi vena andaluza.
También me da la vena sevillana, cuando llevo dos copitas de más y me da por sacar a bailar sevillanas a cualquiera que tenga cerca. Pero, ojo, que esto sólo me ocurre fuera de mi ciudad y rodeada de personas que no sean de la tierra y/o no sepan bailar, en cuyo caso me entran unas ganas horribles de mostrar el folclore.
Y es que últimamente me atacan mucho por dos cosas. Porque en Sevilla no hay gastronomía típica, o al menos eso dicen. Porque en Cantabria tienen sobaos y quesadas, en Asturias sidra y en Valencia paella, pero... ¿Sevilla? Sevilla lo coge todo prestado, pero no tiene nada suyo. Y con esta frase, me tocan las narices.
Si alguien sabe gastronomía típica sevillana, por favor que eche un cable para poder callar bocas. Yo suelo responder con que si bien en Sevilla no hay gastronomía típica que conozca, forma parte del triángulo donde apareció el flamenco, junto con Jerez y Cádiz y Andalucía ya tiene bastante gastronomía propia, que no es poca cosa.


Pero, con lo que más me tocan la fibra es cuando atacan mi forma de hablar. Hay gente a la que le encanta. Otros, se dedican a "corregirme" la pronunciación.
Anoche tuve que saltar cuando una compañera me dijo, ¿por qué no pronuncias bien? cuando yo pronuncié "esparda".
La miré y le dije: "no pronuncio mal, hablo andalú".
Entramos en una discusión absurda. Todos sabréis que en el norte existe lo que conocemos como laísmo, y yo le achaque que eso sí que era maltratar la lengua y no mi pronunciación. Ella siguió con su argumento de que eso todo el mundo lo dice así y ella lo aprendió así, y por eso incluso escribe confundiéndolos y que si yo sabía cómo se pronunciaba, no me costaba nada pronunciar bien.
A lo que seguí defendiendo que una cosa es cómo hable y otra, como escriba. Que aquí sabemos escribir perfectamente, y que lo nuestro es riqueza, y que sí que pronunciamos la s, pero sus oídos no están acostumbrados a diferenciarla y que mi jota aspirada es tan aceptable como la jjjjjota que ellos pronuncian.

Así que os dejo un vídeo para todo el que piense igual que ella. Y espero que no sigan intentando que pronuncie "correctamente", o al final los calificaré a todos como incultos.



miércoles, 21 de marzo de 2012

El día del sí y del no

tus indecisiones y tú me fastidiáis por igual
tanto que me dan ganas de dejar las mías fluir
y ponértelas en tu puerta
para que también te hagan compañía.

Zahara.

jueves, 15 de marzo de 2012

Recuerdos de borrachera


He estado pensando en futuros nuevos inventos que sean realmente de utilidad para la raza humana, y la femenina en particular.

Se me ha ocurrido uno que me vendría de perlas. A mí y a más de una: quiero que alguien invente un alcoholímetro para el móvil y que lo bloquee cuando detecte que estamos ebrios.

Puede ser que necesitemos el móvil cuando estamos en estado etílico para llamar a un taxi o algún amigo que haga la función de tal; por no mencionar al 112.
Pero la mayoría de los casos en los que empleamos el móvil cuando nos encontramos en estado lamentable, provocarán nuestro arrepentimiento a la mañana siguiente.

Hace unos años su uso no pasaba del famoso guarritoque, mensaje ininteligible o, en casos más particulares, la llamada del ahorro.
Ahora con internet podemos joderla aún más. Y lo que es peor, va a quedar registrado para que al día siguiente podamos hundirnos en nuestra propia mierda.
Me refiero al plus que le hemos añadido, como el uso de redes sociales y aplicaciones para mensajería instantánea.
Privados con una extensión considerable o mensajes por Whatsapp que pueden llegar a la persona errónea, o incluso a la que queríamos que llegara, lo que puede resultar más bochornoso aún.

Porque tú estás alcoholizada perdida. En ese momento te parece todo color de rosa o tienes un calentón increible encima, magnificado por la ingesta de alcohol.
Envias mensajes que, ni que decir tiene, nunca se te hubiera pasado por la cabeza enviarlos en cualquier otro momento; véase viendo la tele o viajando en el autobús.
Y al día siguiente, te levantas y ves que tu móvil parpadea. Pero te vas de la cama al sofá y de ahí no te mueves hasta la noche.
Creedme, yo al menos, no quiero ni ver la contestaciones. Y cuando se acerca el fatídico e ineludible momento en que tienes que coger el móvil, hago un visto y no visto, y elimino corriendo la conversación.
No me gusta que nadie me recuerde cómo fue mi borrachera, las cosas que dije o qué hice. Se lo advierto a todos. No me gustan las llamaditas telefónicas para comentar la jugada de la noche anterior.
¿Por qué tiene que venir el puñetero móvil a saltarse mis reglas?


Enlace

martes, 13 de marzo de 2012

Un buenas noches

Recuerdo ese "Hasta mañana, que sueñes con los angelitos y duermas muuuuuuy bien. Hasta mañana si Dios quiere."


Aunque ya no estés, todas las noches lo recito en mi mente.


Related Posts with Thumbnails
Las imágenes que ilustran los posts están seleccionadas de internet. Deja un comentario si alguna te pertenece y tienes algún inconveniente en que sea usada para ilustrar el blog. Gracias