martes, 5 de abril de 2011

Cartas para Claudia


Aníbal Sabatini decía que la plenitud (o felicidad o nuestro más deseado objetivo) está dentro de una habitación frente a nosotros. Sabemos que sólo tenemos que abrir la puerta y ya está. Entonces, nos acercamos, giramos el picaporte (pues sabemos que no hay cerraduras) y empujamos. En un primer momento, la puerta no se abre. Debe estar trabada, pensamos, y empujamos más fuerte. No hay caso. Aumentamos el esfuerzo, sin éxito. Llamamos a nuestros amigos, familiares y terapeutas para que nos ayuden a empujar. Lo hacen. Pero la puerta no cede. Nunca nos detenemos. Nunca dejamos de empujar en nuestra vida. Y empujando, empujando, nunca nos damos cuenta.
Nunca nos damos cuenta que no se trata de empujar, sino de acercar con suavidad la puerta hacia nosotros.

Jorge Bucay


3 comentarios:

  1. Nereida, me ha encantado.

    Me ha gustado mucho, de verdad. Nada más real, que esto.
    Un beso guapa. me gusrado el texto con tu permiso...

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  2. Dale gracias al grande de Bucay!!! es suyo el texto, del libro Cartas para Claudia. Sin duda contienen grandes reflexiones, ya os iré poniendo alguna más!
    Un beso

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  3. Qué curioso, hoy escribí algo parecido en mi blog.

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