miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Dónde está la magia?


Pasear por el centro, con un café caliente entre las manos.
Sentir las luces cuando cae la noche y saborear el olor a castañas.
Comidas, reuniones, ajetreo y jaleo en casa. Me encanta la navidad.

Aunque odio las peliculas que hacen alusión a ella, no comprendo tener que reencontrarte con personas a las que no ves en todo el año porque no te apetece o esperar colas y soportar bullas en las tiendas.

¿Regalos? Tengo casi de todo. Pero suelo hacer una lista a los Reyes Magos de Oriente, como cuando tenía 6 años. Algo orientativo. Sólo algunas ideas. La magia del día consiste en no saber qué contiene el envoltorio y que los tuyos tengan un detalle.

Pero el otro día, por casualidad(mirad que no me gusta ser cotilla... pero si hablan alto en el bus, me entero sin remedio), escuché la conversación de una pareja joven. Salieron frases del tipo:

-Pero a ver, si el presupuesto son 100 euros, prefiero muchas pequeños detalles.
-Con los 100 euros me gusta la camiseta que hemos visto en X tienda, de la talla M y del color verde andalucía ( si, verde andalucía dijo, la mona).
-Bueno, voy a hablar con tu madre porque si ella te compra la cámara que es más cara, así yo completo todo lo demás que quieres.



¿Y estas frases te dicen algo? Quizás no te digan absolutamente nada... a mí, desde luego, sí que me lo dicen.
¿Dónde queda la sorpresa? Si tengo que indicar todo lo que quiero como si lo comprara yo misma y sé qué voy a recibir el día 6 de Enero exactamente, y me voy a gastar exactamente el mismo dinero que mi pareja para comprarle exactamente todo lo que ha pedido hasta llegar a 100 €...

¿Para qué ir dos veces de compra? ¿Una para que me indiquen con pelos y señales qué tengo que regalar como si fuera tonta, y otra tarde para comprar justo lo que me han indicado? ¡Ni que yo fuera una personal shopper!

Desde aquí lo reinvindico. Por favor... no perdamos la magia de ese día tan bonito. No eliminemos la ilusión. No caigamos en el simple consumismo, porque si nos ponemos así, yo me compro lo mío en rebajas y tú te compras lo tuyo cuando te apetezca.

A mi, desde que conocí el famoso secreto, me han enseñado que no hay diferencia. Sigo teniendo la misma ilusión y los mismos nervios que cuando era una cría. Nunca sé lo que me espera bajo el árbol cada 6 de Enero.



5 comentarios:

  1. ¡Síiiiiii!!! que no se pierda la magia por favor!!! Cuando regalas y te regalan con ilusión y cariño siempre existe la magia!! Muchos besos

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  2. A mí me encanta la magia de la Navidad!! Y en mi casa, a pesar de que mi hermano tiene 24 y yo ya 32, nos siguen dejando un reguero de caramelos hasta los regalos!!
    Besos!

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  3. Yo no soy muy navideña (bueno, de hecho no me mola nada...), pero estoy de acuerdo contigo en que destripar las sorpresas quitan el unico encanto real que queda ¿no?
    Un besote guapa

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  4. Me ha gustado lo del reguero de caramelos!! a nosotros nos dejan una cestita con gomitas y caramelos!!
    Un besote a las tres!

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  5. Buena reflexión navideña... La navidad merece la pena simplemente porque por unas razones u otras despierta sonrisas y aunque sea por convencionalismos ayuda a hacer un poco más feliz a alguna gente..

    Te invito a que le eches un ojo a mi blog, y que lo sigas si quieres, es personal también, un poco de todo... yo ya te sigo..

    Saludos!!

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